Crisis del petróleo de 1973

               En 1973 Sada ordenó un ataque por sorpresa el día 6 de octubre, fiesta judía del Yom Kippur (Expiación), obteniendo en un primer momento grandes ventajas territoriales. Los israelíes, con fuerte apoyo estadounidense, no solo recuperaron el terreno perdido sino que incluso alcanzaron la margen occidental del canal de Suez.

              Tras la nueva derrota, los árabes decidieron vengarse de Israel y de los países occidentales utilizando el arma más poderosa de la que disponían: el petróleo. Así, en diciembre de 1973 la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) anunció una subida del 70 % del precio del crudo y amenazó con reducir la producción en un 5% mensual.

              Los efectos en los países industrializados fueron inmediatos y muy graves:
Se produjo un espectacular crecimiento de la inflación, que se situó en torno al 12 %, llegando en España a sobrepasar el 20 %.

              Aumentó vertiginosamente la deuda externa, que al final de la década sobrepasaría los 250.000 millones de dólares.

              Aumentó gravemente el desempleo, debido al cierre de industrias. En Estados Unidos la producción de acero se redujo a la mitad entre 1973 y 1982, y en el Reino Unido cerraron numerosas industrias manufactureras.

              Las consecuencias de esta crisis económica fueron muy similares a la de los años treinta, solo que, al no estar provocada por la política nacional de los países afectados, no se provocó un voto masivo a los partidos extremistas.
      
             Consecuencias demográficas: Las consecuencias sobre la demografía de esta crisis económica fueron prácticamente nulas, ya que esta crisis afectó a todos los países del mundo por igual.