Por supuesto. Asistimos a una crisis que afecta
de forma salvaje a los jóvenes en nuestro país y que les lleva a la necesidad
de buscar vías laborales fuera de nuestras fronteras. Efectivamente, no parece haber
preocupado mucho a nuestros políticos porque si así fuera en vez de recordar
que no estamos entre las 100 Universidades (según el Ranking de Shanghái), se
acometerían planes públicos de inversiones destinados a Universidades e
investigación.
La noticia reciente de la Estrategia de
Emprendimiento y Empleo Joven para el trienio 2013-2016 aporta un poco de luz a
este panorama ya que a corto plazo establece medidas de choque para
enfrentarnos contra la cifra de paro juvenil más alarmante que jamás hayamos
tenido (más del 55 por ciento) y a largo plazo establece planes de formación.
2. ¿Cómo puede afectar la fuga de cerebros a España a corto plazo? ¿Y a largo plazo?
A pesar de que incluso desde el Ministerio de
Educación nos echamos piedras sobre nuestro propio tejado, nuestros
universitarios están muy bien preparados y son demandados por muchos países
dentro y fuera de las fronteras de la Unión Europea.
De la crisis no se sale sólo con recortes de
gastos sino con crecimiento económico y la inversión más productiva es la del
conocimiento. Nuestro crecimiento económico quedará muy limitado si nuestros
universitarios se fugan como en un éxodo hacia otros lugares del mundo en los
que el mercado laboral es capaz de absorber su nivel de especialización.
A corto
plazo, es una salida para los jóvenes porque no somos capaces de darles alternativas,
a largo plazo es una losa que pesará sobre el crecimiento de nuestra economía.
3. ¿Esta fuga de cerebros se veía venir? ¿Podría haber hecho algo el Gobierno español para evitarla? En caso afirmativo, ¿Qué podría haber hecho?
Hay factores estructurales, no controlados, que
han afectado a España y a otros países.
La crisis
económica global está ocasionada por dos causas fundamentalmente: el
exceso de producción y su deficiente distribución, y la falta sistemática de
credibilidad en el sistema financiero.
En España no se ha hecho una “medicina
preventiva” tanto es así que fuimos capaces de enfrentamos a un exceso de
producción cortándolo de raíz (como en el caso del sector inmobiliario) pero no
se establecieron las medidas adecuadas para garantizar la distribución de las
producciones; se produjo una crisis de confianza y un recorte del crédito pero
no se establecieron mecanismos para conciliar
el ajuste de la economía real (la realmente importante) con la economía
financiera. En efecto, perdimos de vista que lo realmente importante es la
producción para el mercado, la generación de riqueza de las empresas siendo la
economía financiera el apoyo necesario para la producción y no a la inversa. No
hemos invertido lo suficiente para poder cambiar nuestro sistema productivo y
aproximar la formación a la demanda de profesionales. No le hemos visto la cara
o hemos mirado hacia otro lado.
En líneas generales, apoyar el sistema real y no
el financiero porque el financiero es una consecuencia y no una causa del resurgimiento
y el crecimiento económico.
4. A estas alturas ya es inevitable proponer soluciones para prevenir esta situación, sin embargo, es el momento de tomar las medidas necesarias para abordarlas. ¿Se está haciendo algo?
“De aquellos polvos vienen estos lodos” y si en
su momento se hubiesen establecido las medidas oportunas el panorama actual no
sería tan desalentador; pero siguiendo con la aplicación del refranero español,
sabio donde los haya, “no es tarde si la dicha es buena” o “más vale tarde que
nunca”.
Yo creo que cada vez hay una mayor conciencia y
una apuesta por el crecimiento. Desde las administraciones locales, regionales,
nacionales e internacionales se aboga por las políticas de creación de
empresas, de generación de nuevos tejidos productivos, de promoción de
yacimientos de empleo. Cada vez hay un mayor acercamiento de la Universidad y
las empresas apoyada por la Administración. No hay que parar, no está todo
hecho pero esperemos que los esfuerzos vayan alcanzando resultados positivos.
5. ¿Cómo podría salir España beneficiada de la fuga de cerebros?
Haciendo bien las cosas. Invertir en lo realmente
importante (educación, tecnología, investigación) y gastar, a corto plazo, para
poner soluciones a lo inmediato (un paro juvenil de más del 55 por ciento).
Reestructurar nuestro tejido productivo, favorecer a las empresas para la
contratación de jóvenes creando un sistema que procure el retorno de los
profesionales que se han marchado y dar cabida a los que siguen aquí. Pero eso
supone que desde este momento se invierta, se den oportunidades para crear
empresas, se facilite el acceso al mercado laboral flexibilizando las
contrataciones pero manteniendo las prestaciones sociales, entre otras cosas.
6. ¿Son tan grandes las diferencias económicas entre nuestro país y el resto de Europa?
Independientemente de las diferencias que pudiera
haber en las magnitudes macroeconómicas que se procuran converger, el tejido
productivo de España con respecto a otros países de la Unión Europea es
distinto. España no es un país intensivo en tecnología ni tampoco un país
eminentemente exportador aunque las últimas cifras indican que esto está
cambiando.
Por otra parte, nuestro país tiene un tejido
productivo formado por microempresas. Cerca del 96 por ciento de las empresas
en España son de menos de 10 trabajadores lo que implica que las medidas
adoptadas han de ser tendentes al impulso de las empresas que representan a la
actividad productiva de nuestro país.
Pero las diferencias hay que saber potenciarlas,
hay que leer las medidas aportadas por los de fuera sin perder de vista que
pueden ser complementarias pero nunca sustituir a las bondades que procuran
nuestras diferencias.
En el ámbito de la educación y la investigación,
la inversión en I+D con respecto al PIB en España apenas alcanza el 1,35 por
ciento frente a más del 2 por ciento que invierten otras economías. El futuro
son los jóvenes e insisto en la importancia en la inversión en conocimiento.
7. Las medidas que los emigrantes españoles han propuesto para evitar la fuga de cerebros (según datos recogidos por nuestras encuestas) son las siguientes:
·
Aumentar la inversión en I+D+i.
·
Aumentar la inversión en
educación.
·
Reducir el número de
políticos.
·
Ser más severos con la
corrupción.
·
Proporcionalidad entre los
salarios y los estudios que se tienen.
·
Creación de puestos de empleo
para los jóvenes españoles.
¿Serían estas medidas
efectivas para evitar la fuga de cerebros? ¿Sería posible ponerlas en marcha?
¿Por qué? ¿Podría proponer otras medidas viables y eficaces?
Habría que establecer dos tipos de medidas; unas
de recorte y estructuración de nuestras instituciones públicas y políticas
entre las que se encontrarían las relacionadas con la reducción de puestos y
cargos políticos, lucha contra el fraude y la corrupción, transparencia,
etcétera; otras, referidas a la promoción e incentivo del crecimiento económico
para lo cual es imprescindible:
-
Aumentar la inversión en conocimiento (educación
e investigación y desarrollo).
-
Flexibilizar los trámites de puesta en marcha de
proyectos de empresa.
-
Apoyo al microemprendimiento: reducción y
bonificación de cuotas de seguridad social, apoyo a través de líneas de
financiación específicas, viveros de empresas, fiscalidad protegida.
-
Apoyar a través de medidas la exportación de las
empresas españolas.
-
Tratar de forma diferenciada y específica la
promoción de la salida laboral de los jóvenes bien a través de los apoyos
mencionados a la creación de empresas, bien a través de flexibilización en el
mercado laboral para absorber a los jóvenes.
-
Apoyar en mayor medida el acercamiento
Universidad-Empresas. La Universidad está haciendo sus deberes pero necesitamos
el impulso y también el apoyo financiero.
Cabe pensar que los gobiernos están siendo
conscientes de estos problemas y que la Estrategia de Emprendimiento y Empleo
Joven 2013-2016 y es deseable que el paquete de las 100 medidas de empleo para
los jóvenes sean el punto de partida a la senda del crecimiento.