Las cuotas de mercado en los diferentes
productos de telecomunicaciones han bajado significativamente, lo que ha
obligado a ajustar los precios de los mismos, con lo que el ARPU se ha reducido
y las inversiones (Capex) y los costes operativos (Opex) se han restringido
para mantener los flujos de caja.
Adicionalmente, se están produciendo rebajas en
los costes laborales mediante ajustes de plantilla por la vía de ERE y nuevas
contrataciones muy selectivas (becarios,
concursos de méritos, etc…) y basadas en una nueva política salarial mucho más
ajustada y restrictiva que la anterior.
2.
¿Qué diferencias existen
entre un contrato actual y otro que se hubiese firmado antes del 2008? ¿Se han
visto reducidos los salarios de los trabajadores?
Entendiendo como contrato de ámbito laboral, la
crisis ha marcado una contratación de carácter mucho más temporal y a tiempo
parcial en la mayor parte de las empresas.
Y, efectivamente, los salarios se han visto
reducidos en líneas generales los salarios de los trabajadores a todos los
niveles, desde la mano de obra de alta cualificación a la no cualificada. El
remate final en la actualidad lo he llevado a cabo la Reforma Laboral del
pasado mes de febrero de 2012, que está reduciendo ostensiblemente los salarios
en España llevando la media de los mismos en los empleos de nueva contratación
al entorno de los 1.000 €.
3.
¿Han sido modificadas las
horas de trabajo o el número de días lectivos? ¿Se ha visto obligada Telefónica
a reducir su plantilla con motivo de la crisis?
Las empresas tienen como objetivo el incremento
de la productividad y una mala interpretación de este concepto ha hecho que en
muchas empresas el personal “fuera de convenio”, o de nivel directivo, sea
subrepticiamente requerido a un mayor esfuerzo en sus horarios. En cuanto al
personal “dentro de convenio”, o no directivos, y dependiendo de la vigencia de
los convenios colectivos en las empresas
está también siendo más controlado en los horarios e incrementándose
paulatinamente en las horas de trabajo.
Telefónica está precisamente reduciendo
significativamente su plantilla en algunas de las empresas de su grupo, como
por ejemplo en Telefónica de España con una reducción de hasta 6.500 empleados
en un ERE autorizado por el Mº de Empleo
en el periodo 2011-2013.
4.
En caso de que las
condiciones de los contratos hayan cambiado, ¿Por qué cree que la gente accede
a firmar estos nuevos contratos?
Las razones son diferentes en función de la
pirámide de edad. Los más jóvenes los firma para acceder a su primer trabajo y
empezar a tener experiencia que les permita evolucionar y crecer en sus
expectativas laborales. Los de mas edad porque probablemente las cargas
familiares y las responsabilidades y compromisos contraídos (préstamos,
hipotecas, etc… les obligan a aceptar condiciones impensables hace unos pocos
años en el mercado de trabajo.
5.
¿Cómo ha influido la fuga de
cerebros a la economía de su empresa? ¿Las consecuencias han sido
significativas, asequibles para la compañía o prácticamente nulas? ¿Cuáles han
sido estas consecuencias?
Este es un parámetro muy difícilmente
cuantificable y que las empresas se cuidan muy mucho de ocultar, pero aunque el
talento debiera ser uno de los principales activos de una empresa, el recorte
de costes laborales les hace a veces el no poder retener a sus más brillantes
cerebros, lo que normalmente acaba influyendo de manera bastante significativa
en aspectos como la innovación, la creación de nuevos y adecuados productos, o
de asunción de movimientos estratégicos necesarios para estar posicionados
apropiadamente en los diferentes mercados y ámbitos geográficos, máxime en
tiempos de crisis, como los actuales.
6.
Nos consta que la creación de
Telefónica se dio en el año 1924, por lo que ha atravesado diferentes crisis a
lo largo de su trayectoria. ¿Qué crisis fue la que más incidió en los
beneficios de la empresa?
Sin lugar a dudas la actual, desde 2007/2008
hasta el momento presente, el negocio, las cuotas de mercado y los márgenes han
bajado ostensiblemente, tanto para Telefónica, como para todo el sector, en
este caso.
7. ¿Qué motivos
cree que tiene la gente para abandonar España? ¿Ha sido solo por la crisis
económica o han podido influir otros factores?
Personalmente
pienso que la crisis es el principal factor en estos momentos de la posible
diáspora de cerebros en el ámbito profesional español, pero también la
globalización del mundo y las oportunidades laborales y de formación que da el
tener experiencias multiculturales y multilinguales fuera de España se han
convertido en un reclamo para los jóvenes en sus primeras fases profesionales.
8.
¿Qué medidas propondría usted para evitar la
fuga de cerebros?
Evidentemente todo pasa por la inevitable
reducción del actual paro juvenil superior al 50 %, por unas políticas
salariales y de formación adecuadas para el personal cualificado y la adopción
y oferta de carreras profesionales claras y de futuro para los más brillantes
cerebros de las empresas.
9.
Las medidas que los
emigrantes han propuesto para evitar la fuga de cerebros son las siguientes:
·
Aumentar la inversión en I+D.
·
Aumentar la inversión en
educación.
·
Reducir el número de
políticos.
·
Ser más severos con la
corrupción.
·
Proporcionalidad entre los
salarios y los estudios que se tienen.
·
Creación de puestos de empleo
para los jóvenes españoles en grandes empresas, como la suya.
¿Serían estas
medidas efectivas para evitar la fuga de cerebros? ¿Sería posible ponerlas en
marcha? ¿Por qué? ¿Podría proponer otras medidas viables y eficaces?.
Evidentemente, todas las medidas ahí enunciadas
tendrían un importante impacto para evitar la fuga de cerebros, pero las más
directamente relacionadas con el problema serían las de “Aumentar la inversión
en I+D”, la “Proporcionalidad entre los salarios y los estudios que se tienen”
y la “Creación de puestos de trabajo para los jóvenes españoles en grandes
empresas, como, por ejemplo, Telefónica”. Las otras medidas enunciadas, además
de tener valor para esto, son imprescindibles para que una sociedad crea en si
misma y tenga futuro, y en este caso, no parece lamentablemente que las
actuales medidas del ejecutivo español estén por favorecer una mayor inversión en educación, ni en
reducir el número de políticos, y parece que mucho menos en luchar
decididamente contra la corrupción.
Además de las medidas ya señaladas, la creación
de acuerdos de las universidades con las grandes empresas, para contratos de
formación en prácticas, y la demarcación y fijación de carreras profesionales
en función de la valía y de los méritos reales de nuestros jóvenes talentos
serían factores importantes.
Adicionalmente, la Administración Pública (El
Estado) debería volver a incrementar su capacidad de invertir en la creación de
tejidos productivos de valor añadido, cambiando el modelo español de
construcción, ocio (bares y hoteles), banca y seguros, para reinventar y
reconvertir nuestra economía en mas autónoma e independiente de los vaivenes
mundiales de las crisis, y eso pasa por la utilización del talento y la
inversión, pública donde sea necesaria, y privada también, en la creación de
industrias tecnológicas (telecomunicaciones, aeronáuticas, espaciales, de
automoción, navales, ferroviarias, etc…), pero que tengan una competitividad y
un valor añadido real y vendible a todo el mundo en cualquier momento, lo que
nos haría más inmunes a las crisis, y esto pasa por emplear a fondo todo el
talento local, es decir, por emplear masivamente esos cerebros, cuya fuga hay
que evitar.